¡Despierten al brasileño!…

Ay, Rodrygo, el Bernabéu no es el mejor lugar para echar una cabezadita, aunque viendo el partido podría parecer hasta buena idea. Mientras tanto, en el banquillo del eterno rival, Barcelona desataba su arsenal de héroes a lo ‘Chiky Blinders’. Allí estaban Gavi y Fermín, listos para comerse el césped como si se tratase de un buffet libre. ¿Acaso no te enseñaron que en el fútbol las siestas cuestan caro?

En el planeta fútbol, donde los asesores brillan más que el champú de lavanda de las duchas del vestuario, alguien debería otorgar a Rodrygo el título de «Rey de la Penumbra». Ahí estaba él, camuflado entre los chándales y la hidratación, mientras a su alrededor los culés parecían estar en un episodio de «Juego de Tronos», con sed de trofeos y tibias rivales.

La próxima vez, cariño mío, opta por hacer algo más que un moño perfecto en el banquillo. ¡Quizás un volantazo estilo «Fast and Furious» podría ser útil! Mientras tanto, los merengues seguirán preguntándose si, para el próximo partido, Rodrygo recuerda traer su capa de superhéroe al estadio.