La expulsión de Isaac, un Superman del fútbol…
¡Ay, mamita! En el minuto 47 tuvo lugar una escena digna de película de acción con Isaac Romero como protagonista. Este jugador, que parecía más un Ferrari desbocado que un humano en botas de fútbol, se lanzó de frente hacia Tchouaméni como si hubiera visto una galleta gigante al otro lado del campo. Pérez Burrull, árbitro con ojos de águila (posiblemente con rayos X), afirmó: «Es roja, porque con el VAR se ve hasta el color de mis calcetines».
Isaac no aguantó ni el tiempo que tarda Neymar en elegir sus tatuajes diarios. En cuanto pisó el campo, su entrada nivel Godzilla le aseguró un billete de vuelta al banquillo, decorado con el color rojo pasión del árbitro Busquets Ferrer, que ni se lo pensó. Así, Sevilla se quedó como un tren sin locomotora, después de que Badé al principio del partido decidiera probar el método «cógelo-tiéntalo» con Mbappé. El árbitro consultó al VAR, esperando quizá un consejo de un amigo imaginario.
Y para quien no conozca a Pérez Burrull, este hombre no es cualquier arbitrito de andar por casa. Desde que jugaba en el cole con silbato de caramelo, hasta ser galardonado con el mítico «Silbato de Oro», su carrera ha sido una sinfonía de decisiones más épicas que un penalti en el último minuto del Clásico. Ahora comenta para Radio Marca, revelando los secretos de la biblia arbitral, y manteniendo a los aficionados pegados a la radio como si de una teleserie se tratase.