El guerrero alemán lanza un mensaje de esperanza…

Imagina ser un defensor y tener que lidiar con un menisco tan juguetón que decide hacer capoeira en mitad de la Champions. ¡Pues eso le pasó a Antonio Rüdiger! Después de siete meses en el campo como si fuera el Terminator -con dolores de esos que harían que cualquier mortal clamara a los dioses- no tuvo más remedio que decirle adiós al menisco revoltoso en el quirófano. Algo así como la versión futbolera de una telenovela: «Menisco y Antonio, péinate que nos vamos».

Nuestro héroe del Real Madrid, además de ser un maestro del balón, se transformó en un poeta del optimismo en las redes sociales tras su operación, agradeciéndole de paso al mago de la fisio, Guido Spirandelli, por convertirlo en un cuerpo biónico sin dolor. Y todo esto, después de salir del césped cojeando del Clásico, como si fuera un anciano escapando de un bingo, pero con mucho más estilo, claro. Su mensaje fue claro: «Nos vemos pronto, y cuídense.»

Mientras Rüdiger se prepara para un regreso triunfal, entrenando desde su sofá, sueña con dominar la Nations League y el Mundial de Clubes. Así que, al estilo Schwarzenegger, nos dice «Volveré», en un tiempo de baja que parece más corto que el descuento en un partido del Madrid. ¡Ánimo, Rüdiger, que el mundo del fútbol te espera con ansias y algún menisco asustado ya guarda cama!