El Real Madrid aún no ha dado señales…
Rui Costa, el presidente del Benfica, luce más feliz que un niño con zapatos nuevos. Acaban de dar una paliza al siempre temido Bayern Múnich y si su sonrisa fuera una lámpara, la ciudad de Lisboa estaría iluminada por un mes. «Derrotar a estos gigantes es más complicado que pelar una piña con los ojos vendados», declaraba sonriente. Los jugadores del Benfica andan por ahí pavoneándose como si fueran los Reyes del Carnaval de Río. Eso sí, Rui Costa lanza un reto por si acaso a Florentino Pérez: que venga y ofrezca un carro de Tesoro por Álvaro Carreras, porque hasta ahora, ni rastro del Madrid.
«Pero que no corran, eh», dice Rui Costa con aires de estratega medieval desde las catacumbas del Bank of America. «No será hasta después del Mundial de Clubes que hagamos nada. Eso sí, que no se me relajen los muchachos, sobre todo Carreras, que ahora mismo está tan centrado como un gato mirando un láser en lo que sucede en el Mundial», sentencia entre sonrisas y palmaditas en la espalda.
Mientras tanto, Carreras luce satisfecho, como si hubiera encontrado la última chocolatina del armario. Con su gorra de Adidas y el uniforme del Benfica, se le veía más tranquilo que un gato gordo al sol. «Ahora lo importante es el Mundial», afirmaba. Vamos, que hasta que termine el torneo, ni sueñen con llevarse su jugosa hamburguesa portuguesa al menú de los galácticos.