Cuando un penalti parece un sketch de comedia…

La cita era en el Santiago Bernabéu, pero cuando Saka y Ødegaard decidieron hacer su show, parecía que habíamos sido teletransportados a un club de comedia. En el minuto 14, el árbitro del futuro, Letexier, llamó al VAR para revisar una jugada de Asencio sobre Mikel Merino. Parecía que Rock n’ VAR había firmado otro contrato de exclusividad, y tras el anuncio dramático, se decidió que había penalti para el Arsenal. Hasta aquí, todo correcto.

Lo que ocurrió a continuación cambió la historia del humor en el fútbol. Martin Ødegaard, con la seguridad de un chef estrella Michelín, tomó el balón y se dispuso a lanzar. Pero ¡sorpresa!, justo cuando todos tomaban asiento para disfrutar del show, Ødegaard le pasó el micrófono, digo, el balón, a Saka. Al parecer querían jugar al despiste con el Madrid y Courtois ya estaba buscando la cámara oculta. Era como si Houdini y Copperfield hubieran decidido jugar al fútbol.

Bukayo Saka se levantó como un valiente a probar el temido ‘panenka’, una técnica más tensa que un partido de cinco horas de Monopoly familiar. Pero su intento salió con la fuerza de un susurro, y Courtois, cual superhéroe, desvió el tiro, manteniendo a salvo al Madrid. Todo terminó con Asencio obteniendo una tarjeta amarilla y los espectadores esperando la próxima función de este circo del balón. ¡Suerte para la próxima, chicos!