Batalla de Madrid: Cuando la Grandeza se fue de vacaciones…
El duelo del Atleti contra el Madrid se podría definir como una clase de yoga: mucha concentración, pero poca acción. Simeone parecía haberse olvidado su grandeza en el vestuario, mientras que el drama de Mbappé fue más intenso que un episodio de telenovela con una muela rebelde que lo dejó de baja.
Real Madrid, con una defensa que recordaba a un queso suizo, tuvo todas las facilidades para demostrar por qué es el campeón de lo impredecible. Tchouameni intentó ser el adulto en la sala, con la sabiduría de Modric haciendo lo suyo como un sabio maestro jedi en sus últimos suspiros. Mientras tanto, la delantera blanca se sentía como un misterio digno de «Cuarto Milenio», con Brahim intentando salvar los muebles y Vinicius descubriendo que Llorente era su nuevo talón de Aquiles.
Y a pesar de todo, el Atleti no pudo aprovechar la dádiva del vecino. Courtois cambió la portería voladora por una cómoda tarde en el sofá, mientras que Julián Álvarez soñaba con tiempos mejores en el City. Entre zancadillas y piruetas, los rojiblancos volvieron a aplazar la tarea de dar el golpe final, esperando quizás que Twitter y el Metropolitano hagan su magia la próxima vez. Un derbi que hasta el VAR decidió saltarse. ¡La semana que viene, más aventuras madrileñas!