El fútbol paralizó el país y los sofás se estremecieron…

Al parecer, millones de españoles se aferraron a sus sofás como si fueran balsas salvavidas en un mar de emociones futbolísticas. ¡Siete millones doscientos setenta y nueve mil espectadores! No es el número de teléfono de un faraón, sino la cantidad de personas que vieron en TVE cómo el Barça y el Madrid intentaban sacarse chispas en La Cartuja. Es más gente que la que se necesita para contar las calorías de una paella.

Y como si el suspense no fuera suficiente, durante la prórroga la emoción subió más que el precio del aguacate: 7,8 millones de espectadores. Eso es como llenar 97 estadios de fútbol con personas que se olvidaron de pestañear porque, por un gol de Koundé en el minuto 116, el Barça logró la evasiva Copa del Rey. ¿Quién necesita un marcapasos cuando tienes ese gol?

Según TVE, 11,4 millones de personas sintonizaron el duelo en algún momento. Y mientras los defensas del Madrid buscaban la brújula perdida, los espectadores españoles seguían inmóviles, como estatuas de fútbol fin de siglo. Unos dirán que es pasión; otros, una búsqueda desesperada de evitar el trabajo del lunes.