El final del ciclo del trofeo boomerang…

Adiós a esa extraña tradición del trofeo boomerang de la Copa del Rey que volvía a la Federación más veces que el perro con su frisbee. A partir de ahora, el equipo que lo gane puede quedárselo para siempre, cual dragón que custodia su oro. El presidente de la Federación, Rafael Louzán, ha decidido que ya estaba bien de llevarse un trofeo prestado como si fuera una alfombra de Ikea que devuelves en 30 días.

Se acabaron los días en que uno tenía que ganarse la copa tres veces seguidas o cinco veces entre guerras, pestes y catástrofes naturales. ¡El Rey Felipe VI entregará la copa y será como darle a un hobbit el Anillo Único! De sus manos, pasa al capitán ganador y de ahí al museo del club, y el trofeo vivirá bajo una vitrina, contemplando cómo los jugadores envejecen, a salvo de las garras del retorno obligatorio.

Incluso la prestigiosa Champions League hace esto desde hace un tiempo, y ya iba siendo hora de que la Copa del Rey se pusiera a la altura. No más simples réplicas que parecen trofeos de chocolate. Ahora el trofeo será auténtico, inamovible, y el equipo ganador podrá presumir de él como si fuera el Balón de Oro de su vecindario.