El Real Madrid y sus jugadores apercibidos…
En el emocionante mundo de la Champions, donde cada partido es una telenovela y cada tarjeta amarilla es un drama, el Real Madrid entra a la cancha como el protagonista de una comedia de enredos, con varios de sus jugadores caminando sobre una cuerda floja llena de amonestaciones. Esos papelitos amarillos parecen pegajosos chicles que no dejan en paz a nuestros queridos merengues.
Por si no lo sabías, en la fase de liga, tres tarjetitas de esas pueden hacer desaparecer a un jugador ¡abracadabra! Como si fuera magia negra, y qué decir de las sucesivas cartas sorpresa: quinta, séptima, novena, como si fuera un bingo de amonestaciones. Eso sí, al finalizar los cuartos de final, el contador reset: ¡boom! como si apretaran el botón de ‘intentar de nuevo’ en un videojuego.
Para el Madrid, es como si Vinicius Junior, Rüdiger, y sus alegres compañeros estuvieran en medio de un episodio de «Sálvame» en pleno Bernabéu, con el riesgo constante de ser enviados de vacaciones anticipadas si ven otro cartón en este crucial enfrentamiento. Pero todos respiramos aliviados al saber que, si no los ven en este reto frente al Arsenal, podrán continuar bailando hasta las semifinales como si nada hubiera pasado. Y así, con sus pases de baile y fútbol, Modric, Vázquez, Rüdiger, Vinicius, Militão, Camavinga y el joven Endrick seguirán encantando al público, siempre que se mantengan lejos del panel de amonestaciones.