17 años y contando: ¿Una maldición o qué?…
Amigos del balón y del drama, el Valencia camina por el Santiago Bernabéu como un gato con alergia al césped. Desde el año en que Ronald Koeman tenía melena y los móviles eran tan gordos como un ladrillo, el Valencia no ha logrado más que frustraciones en 16 visitas consecutivas. Si la cocina de tu abuela está llena de más éxitos que los valencianistas en Chamartín, ¡ay que repensar estrategias!
Nos dice Carlos Corberán que esta es la peor sequía desde aquellos veranos de playa sin crema solar. A los jugones blanquinegros les ha ido peor que a un pingüino en el desierto, con un desempeño tan glorioso que ha acumulado 11 derrotas y cinco empates. Ni aunque el Valencia se traiga el espíritu del campeón chino del Mahjong podrá romper esa mala racha.
Antaño, allá por el 68, también pasó algo parecido. Quince largos años sin ganar y luego, ¡pum! De repente un triunfo allá por el 83. Así que los aficionados ché se preguntan: ¿habrá que esperar otra década o es que hay que hacer el pino con las orejas para ganarle al Madrid? Entre derrotas y empates sus goles a favor parecen más bajos que la autoestima de un caracol sonámbulo. ¡Suerte para la próxima, Valencia!