Entre pizzas, Champions y tierras manchegas…

Jesús Vallejo, que llega al Albacete con más ilusión que un koala en una fiesta de eucaliptos, se ha sometido al test más personal de la temporada. En un formato de preguntas rápidas, Vallejo desveló secretos tan profundos como su amor eterno por la pizza italiana, elevándola casi al nivel filosófico de Platón, y su fantasía de vacaciones ideales en Menorca, lo cual tiene más sentido que los guiones de algunas series de televisión.

En una revelación digna de los mejores culebrones, Vallejo comentó que si no fuera el maestro del balón, le gustaría ser preparador físico. Se ve que el amor por las pesas y las dietas equilibradas está a la altura de las Champions que ganó con el Real Madrid. Además, habló de sus musas deportivas, mencionando a Cristiano Ronaldo, su ídolo de carnes y huesos, y Alberto Zapater, su inspiración de chotis futbolero.

Cerrando con broche de oro y tanta convicción que dejaría a un político sudoroso, Vallejo declaró que este año el Albacete brillará más que una camiseta nueva en un día soleado. Al definir el Santiago Bernabéu, no tuvo dudas: es más épico que una batalla campal de videojuegos. Su mensaje a la afición del Alba fue claro: prepárense, porque lo que viene es de película de aventuras.