El lomo de Valverde pide un respiro…
¡Alerta roja en el mundo del fútbol! Fede Valverde, el hombre que parecía tener un motor turbo en la espalda, ha decidido hacer una paradinha para no exprimir del todo su espinazo. La idea de jugar con la selección uruguaya se diluyó como un balón de playa pinchado, y ahí queda el charrúa en Madrid, intentando arreglar su dorsal antes del Mundial de Clubes, porque no hay Mundial que valga si no estás al 100%.
El pobre Fede terminó la temporada como si hubiera intentado levantar una vaca de 300 kilos con la espalda. Su dorsal decidió irse de vacaciones anticipadas tras enfrentarse a la Real Sociedad, dejando al Real Madrid con un informe médico más largo que la lista de suegros imaginarios de los futbolistas. Y claro, podríamos decir que su espalda necesita tanto reposo como un koala después de una maratón de eucaliptos.
Pero todo se resume en lo mismo: Valverde ha jugado tantos partidos que hasta su videojuego de FIFA se queja. Ha tocado más el balón que un payaso su bocina y ahora toca descansar, porque si no, el Mundial de Clubes podría convertirse para él en el Mundial del Sofá. La celeste tendrá que brillar sin él, al menos hasta que su lumbociatalgia decida dejarlo volver a las andadas.