El minuto 93 se vuelve loco en el Bernabéu…
¡Que corran las aguas del Manzanares y los churros de Madrid! Fede Valverde sacó una volea digna del videojuego más loco y puso a gritar al Santiago Bernabéu como si acabara de inventar la tortilla de patatas definitiva. El Madrid, que se sentía como un tenista con raqueta de ping-pong después del chaparrón de la Champions, vio renacer sus esperanzas en LaLiga cuando el uruguayo decidió que era hora de devolver la alegría a los merengues. ¡Y todo gracias a un gol en el minuto 93 que desafía las leyes de la física y Dios sabe qué más!
Ancelotti, más feliz que un niño en una tienda de caramelos, celebraba como si hubiera encontrado cambio debajo de la almohada. «¡El Bernabéu ha estado fantástico!», exclamaba el míster, quien ya se frota las manos pensando en un clásico de infarto y en el tropezón de los culés que podría estar a la vuelta de la esquina. Mientras parecía que Unai Simón tenía más manos que un pulpo al impedir cada intento del Madrid, Valverde demostró que a veces un alma rebelde es lo que hace falta para recuperar la fe en el fútbol y unirse bajo el estandarte del caos de última hora.
Por otro lado, nuestro bromista favorito, Vinicius, andaba con cara de quien descubrió que su helado favorito es un mito. Pese a su rebeldía digna de guion de telenovela, el brasileño dejó claro que tiene más energía que un plátano en medio de un maratón. Aunque su gol fue cancelado, el chico sigue demostrando un liderazgo que ni los árbitros pueden anular, mientras Rüdiger y Bellingham regalaban sus camisetas para hacer historia en la sección del auténtico armario del fan orgulloso. Así que, queridos aficionados, abróchense los cinturones, porque la montaña rusa del fútbol nunca fue más emocionante.