Un misil de Vini que aterrizó en el Metropolitano…

En el estadio Metropolitano, el Real Madrid decidió probar la nueva técnica del «penalti hacia la estratosfera». Vinicius, con una precisión más propia de la NASA que del fútbol, lanzó el balón tan alto que los controladores de tráfico aéreo recomendaron a los vuelos desviarse para evitar el esférico. La acción, en el minuto 71, fue un espectáculo digno de un show de acrobacia aérea, pero lamentablemente no cambió el marcador, que se mantuvo firmemente en 1-0.

La escena tuvo su dosis de cine: tras el claro agarrón de Lenglet a Mbappé, el árbitro señaló la pena máxima. Con Ancelotti haciendo una especie de sorteo entre Vini, Bellingham y Mbappé sobre quién chutaría, el brasileño tomó la responsabilidad. Y aunque Lucas Vázquez defendió el punto de penalti como si fuera un tesoro pirata, Vini decidió lanzar a lo grande… tan grande que el balón casi sale del estadio.

Tras el épico vuelo del balón, Jude Bellingham fue a consolar al abatido Vinícius, que miraba al cielo como buscando una explicación divina. Mientras tanto, Valverde corría en busca de atención médica, y Ceballos, a salvo bajo su abrigo, evitaba ver el «despegue» del balón. Sin duda, un momento inolvidable en la historia de los penales a lo Marcelo.