Del aplauso al puchero en segundos
El brasileño mostró su enfado al ver su dorsal en la tablilla, arruinando por un momento la fiesta del Bernabéu. Desde el otro extremo del campo, Vinicius gesticuló sin parar, sorprendido por la decisión de Xabi Alonso.
Fue tan evidente que, por un instante, parecía que el VAR revisaba sus gestos, no el partido.
