Real Madrid marca el paso en el tema Vinicius
El Real Madrid tiene claro que en su discoteca solo se baila al ritmo que marca el DJ Florentino. Mientras el CEO de la Liga saudí, Omar Mugharbel, afina sus notas intentando invitar a Vinicius al club Al Ahli, los merengues les recuerdan que primero pasen por la taquilla y abonen la modesta cifra de mil millones de euros, algo así como pagar la cuenta de la luz en verano.
Aunque desde Arabia suenan las castañuelas en intentos de seducción, el Real Madrid ya ha tenido sus momentos de telenovela con jugadores queriendo escapar de la Casa Blanca. Así que, cual comedia del enredo, en Madrid siguen con la misma serenidad con la que uno ignora la eterna cola del supermercado.
Lo cierto es que Vinicius parece estar jugando al despiste. Tras los partidos de Champions, da unos discursos que son más sorpresa que una caja de bombones de Forrest Gump: primero promete amor eterno al Madrid, luego insinúa que las ofertas saudíes huelen a tentación irresistible. Una técnica de distracción que hasta los mejores magos envidiarían.
Por lo pronto, en el Real Madrid actúan con la templanza de quien tiene un resguardo de abrigo en pleno enero. Con contrato en mano hasta dentro de dos años y medio, y esa cláusula de rescisión que suena a desafío casi imposible, parece que Vinicius seguirá usando botas blancas en lugar de cambiarlas por unas babuchas árabes por un tiempo más.
Mientras tanto, en Valdebebas tienen claro que aquí no se mueve una hoja del contrato, ni en invierno, ni cuando Cristiano decidió que su propio show era más entretenido que la Champions. Y así, la saga continúa en el Santiago Bernabéu, donde la estrategia tiene la misma evolución que un episodio de telenovela: impredecible, pero siempre dejando claro quién lleva las riendas del guion.