Ancelotti defiende a Vini en el karaoke de críticas…
¡Atención, atención! En un estadio que suele ser el teatro de los sueños para muchos, Vinicius parece estar en una gala de ‘¿Qué apostamos?’ donde el sonido de la afición se ha transformado en una sesión de DJ con pitidos y una coreografía de ceños fruncidos. Ni Superman con resfriado ha sido tan pitado como el carioca bajo los palcos del Bernabéu después de fallar el penalti ante el Valencia. Los que han defendido su caso dicen que es como un zorro en una fábrica de gallinas: tal vez no tenga todas las respuestas, pero sabe cómo hacer ruido.
En la orquesta de la crítica dirigida por Ancelotti, va Modric de primero y Bellingham marcando el ritmo, con Vinicius como el solista que a veces desafina. Queridos lectores, no os perdáis cómo, incluso en el mundo ultra competitivo del fútbol, las broncas toman un giro digno de las broncas con tu madre porque no has fregado los platos. Sin embargo, cada regañina del Real Madrid se parece más a un telenovela, en la que los giros de trama te dejan boquiabierto y preguntándote quién traicionará a quién en el próximo episodio.
El drama promete continuar en Londres, donde el Arsenal intentará jugar más al psicológico que al físico. Paco, el abanderado del espíritu madridista, dice que es como si se tratara de un episodio en el que Vinicius viste de torero contra el torito inglés. ¡Agárrense, que vienen curvas! Aunque algunos dicen que lo que más despista a Vinicius es el zoom y la cámara lenta del VAR, como quien estrena gafas de realidad virtual después de unas cuantas copas de sangría. ¡Y todo esto antes del chut psicológico que será el próximo partido!