Central prodigio se convierte en director de orquesta…

Xabi Alonso estaba más contento con su plan de tener un organizador de juego, que un niño con chocolatina en la tarea. Pero, ¡sorpresa! Cuando fue a recoger su flamante genio del control del balón, le dijeron que se conformara con un joven que tiene la facilidad de eliminar líneas de juego como si fueran caramelos en manos de un niño. Y es que llaman a este muchacho Huijsen, el central con pinta de resolver partidos y crucigramas a la vez.

En toda saga heróica, siempre hay una ‘mala buena’ noticia, y nuestro amigo es el caso perfecto. Si el central es el Mozart del balón, ¿qué andan haciendo Tchouameni, Valverde y Bellingham además de cambiarse los peinados a cada partido? El mundo del fútbol es como un baile donde si el central organiza, los demás solo hacen la Macarena a destiempo. ¿Dónde estaba ese toque de magia? En el joven Huijsen, que con cada pase convierte el campo en un tablero de ajedrez y las líneas enemigas en peones perdidos.

El Real Madrid, entre jugadas exclusivas y pases invisibles, encontró una joya en bruto: Huijsen, que con su clarividencia futbolística ha puesto a todos a bailar a su ritmo. No es magia, pero casi. Así que prepárense, chicos, para una temporada donde el central decide. ¡Y que los centrocampistas no se olviden de traer sus kits de magia para el próximo entrenamiento!