Un banquillo lleno de luces y sables de fútbol…
En un universo no tan lechoso como la Vía Láctea, Xabi Alonso desembarcó en el Real Madrid contra el Al Hilal con la misma elegancia con la que un Jedi aterriza en un planeta desconocido. Aunque la respuesta inicial de la afición fue del tamaño de un sorbete de limón en invierno, el hombre de la Fuerza trae una nueva esperanza para los blancos. Entre pases secretos y estrategias sorpresa, las pistas son claras: el Real Madrid pronto podría ser tan luminoso como un duelo de sables láser.
Los hinchas, que al principio parecían congelados como Han Solo en carbonita, comienzan ya a derretirse ante la pasión de Xabi. El nuevo comandante de la resistencia merengue se pasea por la banda como un general que lucha por la última pizza en una fiesta de adolescentes. Y mientras sigue lanzando instrucciones como si de un entrenador Pokémon se tratara, hay quienes opinan que tras ese debut tibio se vislumbra un futuro de goles tan juntos como churros en un desayuno de domingo.
¡Pero cuidado! Aunque los extraterrestres del Al Hilal no fueron del todo sometidos, el equipo galáctico confía en que este nuevo técnico, quien grita órdenes como si fuera a perder un tren, los llevará al estrellato. El tiempo no se detiene, y si algo va lento ahora, seguro que acabará yendo tan rápido como una pelota lanzada por CR7 desde la otra punta del universo. ¡Que la pelota esté con vosotros, queridos lectores!