El Club Blanco Entra en Órbita con Xabi Alonso…

Xabi Alonso debutó como entrenador del Real Madrid con un discurso tan perfecto que ni Shakespeare habría retocado. El hombre se apoyó en… ¡nadie! Sin papel, ni notas, y aún así más estructurado que un puzzle de 5000 piezas. Agradeció a Florentino Pérez por su apuesta arriesgada y agradeció a su familia, incluidos el perro y el loro, por aguantar sus tácticas hasta en la hora de la siesta. No dejó atrás a Ancelotti, asegurando que fue tan importante en su carrera como la Nutella en un bocadillo.

Con el brillo de las 15 Champions como lámparas de una discoteca ochentera, Xabi aseguró que el equipo es como una pizza con extra de todo: potente, con un presente digno y con un futuro tan asegurado como el gol de un penalti. «Queremos lograr cosas alucinantes, no solo dignas del Madrid, ¡sino de un guion de Spielberg!». Y sin dudarlo, proclamó que quiere que el público diga: «Este equipo es como el final feliz de una telenovela». Finalmente, sostuvo que si encienden la chispa de la afición, será una furia tan imparable como un tren bala con prisa.

Xabi aseguró que este día no se le va a olvidar, como cuando te caes en un escenario. Se declara listo para empezar una nueva era, aspirando a desterrar recuerdos del ciclo anterior con más honor que un jedi. «Tengo el legado de Ancelotti y espero no golpearlo por accidente», agregó medio en broma. Parece que Xabi ha desempolvado su capa de superhéroe, y con valores tan altos que ni el ego de Cristiano Ronaldo alcanzaría. «Vamos a hacer cosas que golpeen más fuerte que un balonazo en la cara, ¡Hala Madrid!», entonó antes de despedirse con una sonrisa que brillaba más que el Bernabéu a medianoche.