Un retorno estelar a la galaxia merengue…

¡Paren las rotativas! Xabi Alonso ha descendido del Olimpo de los jugadores élite directamente al banquillo del Real Madrid. Este héroe venido del norte ha compartido sus primeras palabras como el nuevo capitán del barco blanco. El bueno de Xabi, que parece tener más títulos que una biblioteca, está más emocionado que un niño con su primer balón de reglamento. «Es volver a casa», dijo, como si regresara al sofá familiar después de la batalla contra los titanes del fútbol.

Nuestro flamante entrenador, con la elegancia de un pavo real enfundado en un traje, prometió lo que todos queremos: ¡títulos! «Ganar, ese verbo que nos gusta a todos», dijo, mientras trazaba planes maestros dignos de un ajedrecista en la liga intergaláctica. Al parecer, el secreto es trabajar duro y conectar con los jugadores, aunque confiamos en que también tenga alguna varita mágica escondida bajo la manga. Alonso planea construir un equipo que nos deje más boquiabiertos que un gol desde el medio campo.

Nuevos retos aguardan al donostiarra, especialmente el intrépido Mundial de Clubes. Xabi, como todo buen director de orquesta, prepara su batuta para sincronizar al equipo en tiempo récord. Ante la afición, hizo un llamamiento más potente que un altavoz en un estadio: «¡Un abrazo y ¡Hala Madrid!» Con su experiencia y ese carisma que tiene más brillo que una camiseta blanca recién planchada, ya podemos empezar a soñar con nuevas hazañas merengues.