La afición madrileña y sus aventuras culinarias…

Se avecina una tormenta de cambios en el Real Madrid y por la Castellana las lenguas no descansan ni para un cafecito. Los hinchas están tan dispuestos a despedir a Ancelotti que hasta le han preparado una maleta llena de abrazos y agradecimientos. «Es hora de que Carlo se tome unas caipirinhas en Brasil», comenta un aficionado mientras planifica un viaje de estudios sobre caipirinha para el técnico italiano.

La entrada de Xabi Alonso en la cocina blanca suena tan emocionante que casi provoca que el Bernabéu se llene de micros. «Creo que Xabi puede ser nuestro nuevo maestro del paella-fútbol», dijo un hincha desde la avenida de los Sagrados Corazones mientras pensaba en sus vacaciones en Valencia. Xabi, que está a mitad de camino entre director técnico y estrella de rock, parece dispuesto a orquestar un concierto táctico en Madrid, siempre que el Bayer Leverkusen le saque temprano de su gira Bundesliga.

Además de especular sobre transferencias y estrategias de ataque dignas de videojuego, los aficionados siguen preocupados por Rodrygo. «Es un fuera de serie, como la crema en el café con leche. Esperamos que su mala racha se pase tan rápido como mi abuelo delante de un plato de callos», es el deseo del respetable. Mientras Ancelotti se prepara para su gira de despedida en el banquillo, todo depende de si los culés logran sacar adelante su himno de victoria antes de que los merengues puedan ultimarla su propia melodía triunfal.