La gran apuesta blanca por Xabi Alonso…
Amigos futboleros, ¡detengan las rotativas! El Real Madrid ha decidido que Xabi Alonso, nuestro perfecto caballero del fútbol, vuelva a casa, pero esta vez con traje de director técnico. Sí, sí, ese jugador que hacía que los balones obedecieran sus órdenes como si fueran objetos mágicos, firma por tres años para dirigir el teatro de sueños llamado Santiago Bernabéu. ¡Toma ya, es como un regreso al futuro, pero sin DeLorean!
La hazaña en el Bayer Leverkusen ha sido tal que los alemanes aún están buscando el GPS de su defensa, pero no lo encuentran porque Xabi lo ironizó todo a la velocidad de un rayo y con la precisión de una flecha elfica. El hombre ha logrado lo impensable: conquistar la Bundesliga invicto, lástima que su récord no sea visible desde el espacio. Ancelotti, que preparó las maletas antes de ver llegar tanta genialidad, bien podría darle clases de cómo hacer una entrada sigilosa, pero sin lluvias de purpurina.
Alonso hereda un vestuario lleno de estrellas donde Vinicius y Rodrygo parecen becarios comparados con la sabiduría milenaria del míster. Con todo su torrente táctico de tres centrales y contraataques relampagueantes que harían que hasta una liebre quedara pasmada, el fichaje de Xabi promete ser una épica renovación para el club. Florentino ha abierto las compuertas del Bernabéu para recibirlo y, a este paso, solo falta que le pongan una estatua en la fuente de Cibeles. ¡Ay, Madridistas, que se nos avecina la era Alonso!