El debut del alquimista del fútbol…

¡Tambores y fanfarrias resuenan en las vastas tierras de Valdebebas porque la era de Xabi Alonso ha comenzado! Nada más y nada menos que a las 7:30 de la mañana, mientras los gallos aún roncaban y las ovejas contaban a los humanos para dormir. Xabi, el nuevo Miguel Ángel del balompié, trazaba sus primeras pinceladas en el campo del Real Madrid, inspirando a sus pupilos como si fueran esculturas en mármol listas para cobrar vida. Tal fue el entusiasmo que los balones casi levitan de tanto gozo.

Con un séquito de ilustres magos del fútbol, o como preferimos llamarles, ‘el club de los piñeros desaparecidos’, Xabi intentó invocar a su fiel Antonio Pintus con un hechizo de los que sólo se oyen en la ‘Perfomance Manager Hogwarts’. Lamentablemente, el talismán del físico no apareció, lo cual nos deja preguntándonos si se está tomando unas vacaciones prolongadas en el Triángulo de las Bermudas o simplemente está organizando un campeonato de sudoku en Marte.

Entre charlas tácticas que podrían confundir hasta a un GPS, y ejercicios de posesión que involucran más giros que un concurso de trompos, Xabi ha dejado claro que el fútbol es una danza cósmica que sólo él comprende. Rodeado de sus fieles escuderos, desde el sabio Llopis hasta el misterioso Beñat, el equipo técnico parece salido de una novela de aventuras donde Alonso es el capitán y el resto, su tripulación dispuesta a navegar hasta el fin de los tiempos —o al menos hasta el próximo partido.