El sismo en París sacudió al Madrid…
¡Alerta extraterrestre! Xabi Alonso decretó en tono de científico loco que su equipo tiene un «margen de mejora» tan grande como un agujero negro tras el enfrentamiento con el PSG. Al parecer, la estrategia secreta del Madrid era despistar a sus rivales no encontrándose ellos mismos en el campo. Porque qué mejor manera de entrenar que buscando a Wally en París durante los primeros 10 minutos. El resultado: un 3-0 antes del descanso, tal cual como si los jugadores blancos se hubieran tomado la poción de invisibilidad erróneamente.
Para Alonso, encontrar soluciones es como intentar descubrir si el chicle pegado bajo el pupitre es de fresa o menta. «Sacaremos cosas positivas… aunque ahora quizá resulte tan claro como una bola de cristal empañada», decía Xabi mientras intentaba demostrar las propiedades mágicas de un escudo del coche del futuro. Dentro del vestuario, los chicos del Madrid ya están entrenando para los Juegos Olímpicos de 2095, con Luka Modric fingiendo que el partido fue solo un feo final de episodio de telenovela.
De las decisiones tácticas ni hablamos: Xabi las trató con más cambios de formación que un cubo Rubik en manos de un nerd. Rodrygo Goes quedó más tiempo en el banquillo que el cactus de la abuela en el pasillo. Ahora, el entrenador planea construir un equipo más unido que un puzle de mil piezas con Xabi soñando que, muy pronto, todos se moverán al unísono como una conga galáctica al ritmo de ‘La Macarena’.