La Odisea de los Medio-centros Galácticos…

¡Atención, damas y caballeros del balón cósmico, Xabi Alonso ha desatado la magia! Después de un concierto de pases tan armónico que ni Beethoven podría haber compuesto, los centrocampistas marcaron más goles que en un videojuego. Asencio fue expulsado como si estuviera en una fábula del Looney Tunes y aún así, el equipo hizo el milagro de Moisés: cerrar la defensa como el Mar Rojo. ¡Un auténtico déjà vu de su época en Hogwarts!

Y si creen que las sorpresas se acaban aquí, se equivocan. Rüdiger, con la precisión de un reloj suizo, activó el protocolo del racismo. ¡Como si fuera un superhéroe declamando justicia en Gotham! Mientras tanto, Xabi asegura que no se necesita ser Einstein para saber que mejor con fresquito. Valverde corre más que un coche tras un bocadillo de jamón, y Alonso lo compara con Gerrard, su antiguo compi de piratas futbolísticos. Ni con calor reblandecen la moral del equipo.

Por si fuera poco, Modric desató una tormenta emocional que provoca lágrimas de cocodrilo en cualquier tifoso. Xabi hace que habite en una montaña rusa emocional mejor que cualquier organismo genéticamente modificado. El aficionado de a pie lo disfruta más que un niño en cumpleaños con piñata incluida. Bravo, Xabi, sigue escribiendo la Odisea de los Medio-centros Galácticos.