Despedidas emotivas y planes galácticos…
La cuenta atrás está tan activa como un despertador a las 6 de la mañana para que Xabi Alonso salte directo a la galaxia ‘Real Madrid’. Este genio del banquillo, después de pulir su arte en las canteras y en el Bayer Leverkusen, se enfrenta ahora a su desafío más intrigante: convertirse en el entrenador más solicitado desde que el peluquero de Cristiano Ronaldo se fue de retiro.
Con la lágrima rodando pero con clase, Xabi está al borde de una despedida tan cálida como un abrazo alemán en medio del Oktoberfest, justo antes del choque contra el Dortmund. En una rueda de prensa que podría haber sido dirigida por Spielberg, el gran Xabi nos dejó vaticinios profundos como el océano: «El final de algo siempre es especial», dijo. Comparó sus días en Leverkusen con historias épicas como el golpede tsunami en Estambul o sus pasos de baile en Lisboa. La emotividad desbordaba más que un vaso en el bar del estadio.
Nuestro filósofo del césped concluyó la rueda de prensa hablando de su futuro con una sonrisa digna de selfie. Se va con la intención de seguir haciendo ‘diferencias’ allá donde vaya. Parece que Xabi ya se imagina en el Bernabéu irrumpiendo con tanto ímpetu que el césped rechina solo de pensar en la emoción que viene en camino.