El alquimista de los banquillos…

En el reino del fútbol, donde los tácticos suelen parecer científicos locos intentando cuadrar el círculo, apareció Xabi Alonsorio, el nuevo mago Merlín del Real Madrid. Como diría mi abuela, «este chico convierte piedras en goles». Los jugadores del Madrid ya no se limitan a correr detrás de una pelota, ¡ahora parecen poetas del balón! Están tan sincronizados que hasta el GPS de mi coche les tiene envidia.

Las pizarras de Xabi no son meros rectángulos con líneas y nombres, son obras de arte que cambiarían Picasso por un penalti en el Bernabéu. Aseguran que incluso hay rumores de que los jugadores murmuran conjuros secretos antes de cada partido. Uno de sus hechizos favoritos: «distancia cortísima y mucha paciencia». Tiene su propia Escuela de Magia Futbolística, donde el lema es «cada pase como un poema, cada gol como una ópera».

Por supuesto, el Borussia se encontró con un Madrid que era más difícil de penetrar que una caja de seguridad nuclear. Los alemanes intentaron romper la defensa blanca, pero se toparon con un muro que parecía inspirado en manuales de inviolabilidad medieval. Ya se habla de que los partidos del Madrid son comparables a esas películas de aventuras, donde cada minuto es un giro inesperado en una trama épica de balompié. Prepárense, porque este cuento no ha hecho más que comenzar y promete tener más emoción que una telenovela ¡Vamos, Xabi, enciende la magia del Bernabéu!