¿Dónde está el monumento a Zizou?…
Dicen que Florentino y Ancelotti son las mentes maestras detrás de las seis Champions del Real Madrid en la última década. Pero, ojo al dato, camaradas del fútbol: Zinedine Zidane fue más importante que el esqueleto de Kylian Mbappé en Halloween. El amigo Zizou, siempre discreto como un ninja en pleno Santiago Bernabéu, movía los hilos mientras otros vendían discurso de marketing como churros en feria.
Imagina a Zidane entrenando al Madrid con la misma paz interior con la que un monje compra ofertas en el Black Friday. Quizá eso no sea tan espectacular como lanzarse en paracaídas desde una nave espacial con el logo del club, pero vaya si es efectivo. Zidane nos llenó de trofeos y sin despeinarse ni un pelo de esos que le quedan.
Y aquí estamos, pidiendo que le pongan una estatua del tamaño de la Torre Eiffel (pero con su toque francés, claro) justo al lado del Bernabéu, porque su legado merece algo más que un aplauso discreto. Sin campañas de márketing ni promesas de pizzas gratis para los socios. Que un genio así no acabe siendo sólo un cromo más en el álbum de las leyendas olvidadas.